lunes, 8 de marzo de 2010

Mujeres, rostro de la historia mexicana (1era parte)


LAURA ÁNGELES

Qué afortunada soy de ser mujer, sin importar los contras que esto a veces sea en la vida diaria. Considero que esos obstáculos cada vez, afortunadamente, son menos.


Hablar de la mujer es hablar de la vida humana. Es grandioso contar con un día en el que recordemos, lo grandiosas y valiosas que somos, aunque debería ser de todo los días.
A lo largo de la historia mexicana, nosotras, las mujeres hemos desempeñado papeles importantes, muchos de ellos han pasado desapercibidos por la gente (en su mayoría hombres). Por ello queremos hacer un reconocimiento a aquellas mujeres, que con la frente en alto, salieron a enfrentar cualquier adversidad, sin importar su estatus social, creencias religiosas o color de piel.


En un marco tan importante, como lo es del Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana, hay que recordar que no sólo los de género masculino sufrieron, lucharon y triunfaron, no, también fuimos nosotras que hombro a hombro estuvimos con ustedes, aún con familia a cargo.


Es muy cierto el dicho que detrás de un “hombre hay una gran mujer”. No sólo fuimos creadas para dar vida sino para apoyar a nuestros semejantes, a nuestro compañero de vida, hijos, padres, hermanos, amigos, en fin…hasta al que no conocemos. Afortunadamente, somos más sentimentales, eso nos da la capacidad de brindar amor a quien lo pida y no. No digo que los hombres no lo sean, porque sí, pero son más racionales, por ello somos el complemento perfecto para ellos, sólo chicos entiéndanos por favor.


MUJERES DEPENDIENTES-LA GRAN TENOCHTITILÁN




Hace, aproximadamente, 3 mil años, las mujeres veían por los hombres, los hijos, mientras ellos salían a casar, a buscar el sustento de una familia. Ellos eran los “fuertes”, nosotras las “débiles”. No quiero sonar a feminista, creo fervientemente en la igualdad de género, sólo quiero hacer hincapié en lo que las mujeres han representado a lo largo de la historia humana y mexicana.


Al pasar los años…Nos podemos remontar, para ser más exactos, allá por el año 1325, época en la que la Gran Tenochtitlán estaba en su apogeo. Las grandes deidades eran masculinas, sin embargo, había una de suma importancia representada de forma femenina, Coatlicue (Diosa de la Madre Tierra).


En las actividades cotidianas de la legión azteca, la sociedad dividía al hombre de la mujer. El hombre tenía cargos más importantes que las mujeres, mientras que ellas se centraban en la educación de los niños, en fomentar y mantener la fuerza del trabajo en óptimas condiciones. La educación que una mujer recibía en aquellos tiempos era dirigido hacia las labores domésticas y el de ser sumisas (ser castas, dulces, atentas, serviciales a los deseos de los demás, llorar, afligirse y soportar descontentos de los demás).


Las mujeres debían ser principalmente sometidas y subordinadas al respeto de los varones. Por lo tanto, la sociedad azteca fue opresiva con la mujer, que vivió explotación económica y sexual, bajo una ideología patriarcal.


Continuará....