martes, 9 de marzo de 2010

Mujeres, rostro de la historia mexican (2da parte)


LAURA ÁNGELES

 
MUJERES DEL HOGAR-VIRREINATO


Durante la época del virreinato (1519), esta situación no cambio mucho. Hernán Cortés llegó a tierra Tenochtitlán y la colonizó. Como todos sabemos, lo hizo por la forma más vil, la religiosa. En esos momentos, la mujer fue pieza clave para que esto sucediera, ya que eran ellas las educadoras de los niños y por lo tanto, ellas eran las únicas en poder fomentar otro tipo de creencias.


Fue así como los españoles, abrieron escuelas para niñas, con el fin de que adoptarán la fe católica y la inculcaran a sus hijos, esposos, padres, etc.


Por si esto fuera poco, las españolas en matrimonio tenían ciertos derechos sobre sus maridos, ya sea el recibir herencias de propiedades, títulos o atributos. Antes del matrimonio dependían de su padre o tutor. La mayoría de edad era a los 25 años, en la que se les permitía una libertad relativa. Sólo el estado de viudez les permitía tener una autoridad jurídica, al serles concedida la patria potestad de los hijos y de los negocios de su difunto marido.


Sin embargo, esto no era precisamente lo que vivieron las indígenas con los españoles. La concubina india fue tratada como un animal y tratada como inútil; los hijos que ambos procreaban eran considerados como bastardos y tenían la obligación de trabajar como siervos, en la casa grande del español.


El amor materno en aquel entonces era nulo hasta el siglo XVIII, en el que se le empezaron a diferencias las actividades masculinas (padres e hijos varones) a las femeninas (madres e hijas). Ellas eran educadas para estar al pendiente del hogar y mantener la unión familiar. Pero…únicamente, era a las de clase criolla, a las que se les daba este tipo de instrucción o educación, en “escuelas de alguna amiga” o por parte de los conventos, en 1601.


Las clases que se impartían, no eran precisamente, de matemáticas, historia, geografía, etc., como ahora se imparten, no; eran de principios religiosos y morales, mismas que regían el comportamiento de las familias de aquel periodo.


En lo que respecta a la economía, centrado en el sector minero, las mujeres fueron de gran utilidad, al ser las encargadas de lavar y clasificar las piedras o minerales preciosos. Además, fueron empleadas domésticas, vendedoras de alimentos o empleadas en comercios pequeños de españoles. Su salario fue estipulado legalmente, siempre de acuerdo a su voluntad. También las podíamos encontrar como costureras, hiladeras y tejedoras en talleres textiles, que ya existían desde antes de la colonización; así como maestras y trabajadoras en fábricas de tabaco.


En 1778, las mujeres, empleadas de la industria tabacalera, se manifiestan ante el Virrey, por el descontento del aumento de la jornada laboral y no la del salario. Su petición no fue concedida.

Continuará....